domingo, 13 de junio de 2021

 1

¿Has podido contemplar la planta cuando florece,
cuando atisba la luz que nos permite ver
la plenitud de su vida?
¿Te diste cuenta de la diferencia entre
lo verde puro, como señal de vitalidad,
y las flores y los colores, como celebración a la vida?
¿Estás de acuerdo con que es como la diferencia
entre cada día
y los días que dan razón a las ganas plenas de vivir?

2
¿Qué es cada día? ¿Cómo que qué es cada día?
¿Cada día no es una forma tradicional, monótona,
en la que nos despertamos, lavamos los dientes,
desayunamos, vamos al trabajo,
hacemos el pendiente habitual?
¿O no que en cada día, como repetir el abecedario,
viene el ejercicio, el ocio cotidiano,
el hobby, la cursada, el preparar la cena,
el dedicar tiempo al entretenimiento e ir a dormir?
¿No es lo que se espera que hagamos por el resto de nuestras vidas?

3
¿Cómo crees que es el vivir con ganas?
¿O de qué modo se habitan las ganas plenas de vivir?
¿Coincidís es que en ese vivir tiene que haber risa,
sorpresa, capacidad de maravillarse, alegría, pasión?
¿Seguis creyendo en lo profundo del sentir?
¿No pensas que para vivir con ganas
también hay que darle lugar a la angustia,
a la tristeza, al ahogo, al cansancio?

4
¿Mirar y observar, vivir y sentir?
¿Crees que es fácil?
¿No has pensado cuánto privilegio
de clase, de género, de origen, de etnia,
de afectividad real,
de cercanía efectiva con la naturaleza?

5
¿Quién vive?
¿Quién florece?
¿Hay derecho a florecer,
a mirar como la flor florece?
¿No pensas que a fin de cuentas
se vuelve tan finito y limitado todo?
¿Cuándo existe la oportunidad, el derecho,
el privilegio, la red afectiva,
el lugar, el tiempo, el espacio,
el momento histórico,
los bienes culturales,
los bienes naturales,
la realidad política, con sus respectivos ismos,
la capacidad de observar,
la capacidad de escuchar,
la capacidad de sentir,
el poder abrir(se) al mundo…?

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