En definitiva el problema
es siempre el tiempo.
Es él quien quema la dulce fantasía
y enciende la triste realidad.
Absorbe y roba la vida,
así como quita el amor.
Hoy quisiera luchar contra él
y volver atrás,
para que no avance
y que no me muestre la verdad.
Sólo en esto te pido que no avances,
pero ya es tarde y ya avanzó.
Abrió mis ojos de pronto
y otro rasguño dejó.