Es otra tarde gris de abril.
Llueve y recuerdo,
en medio del silencio
y del solitario sábado.
Recuerdo tus risas,
al igual que tus quejas.
Con el mate y la soledad del gris,
también recuerdo tus anécdotas.
Esas historias que ya pasaron,
pero que siempre están.
Porque en medio de este gris,
tu luz sigue brillando.
Brilla en el recuerdo,
en la alegría y en la soledad.
Porque aunque ya no estás.
Aunque hoy es gris.
Aún brillas.